El invierno es una buena época para tratar las varices ya que no estamos tan expuestos a los rayos solares y el frío es un buen aliado para el retorno venoso, pero hay que hacer frente al verano y en Clínica Lucq os decimos cómo.
Las altas temperaturas hacen que las venas se dilaten, por lo que las personas que tienen varices verán aumentado sus síntomas: pies hinchados, calambres, dolor, sensación de peso en las piernas…
Es por eso que evitaremos las exposiciones prolongadas al sol y las horas en la que la radiación solar es más alta, es decir, antes de las cuatro de la tarde.
Caminar sobre la arena y meter los pies en el agua del mar, así como las duchas frías, pueden evitar las molestias de las varices, beber mucha agua e hidratar con crema la piel que cubre las varices, además de usar una protección solar alta.
El ejercicio es fundamental, ya sea caminar, nadar o andar en bicicleta, ya que la comprensión rítmica de los músculos de la pantorrilla ayuda a la correcta circulación de la sangre.
Durante el verano solo se pueden tomar medidas para calmar las molestias que producen las varices, pero éstas
nducen a que el problema retroceda, una cirugía para eliminar las venas enfermas es el mejor resultado para esta patología.no co
¡Pide tu cita previa en Clínica Lucq!